El coaching no solo se trata de una comunicación cómoda. Es, ante todo, un espacio seguro donde el cliente puede explorar honestamente sus metas, miedos y desafíos personales. Sin embargo, uno de los errores más comunes entre los coaches es equiparar la seguridad con la comodidad. Es fácil confundir el deseo de apoyar al cliente con el afán de hacer la sesión más sencilla. Pero la verdadera seguridad en el coaching implica la capacidad de explorar lo incómodo, y no de evitarlo.
¿Por qué los clientes acuden al coaching?
Las personas recurren a los coaches no para obtener comodidad —para eso pueden acudir a amigos o familiares—. Buscan una perspectiva objetiva, un desafío a su forma de pensar, la oportunidad de ver sus problemas desde otro ángulo. Un coach exitoso ayuda al cliente a explorar lo que otros podrían evitar, creando oportunidades para crecer en lo incómodo.
El papel del coach en iluminar los aspectos incómodos
El coach debe ayudar al cliente a ver los lados oscuros de la situación, resaltar los aspectos ocultos y desafiar los patrones de pensamiento. Esto es especialmente importante para líderes o directivos que están acostumbrados a la aprobación constante de su entorno. A menudo necesitan un espacio seguro para reflexionar, salir de lo familiar y examinar profundamente sus patrones de comportamiento.
Cómo explorar lo incómodo: enfoques clave
Desafiar la conducta y los patrones: Sea esa luz que ilumina los hábitos y enfoques que podrían estar obstaculizando al cliente.
Explorar los temas evitados: Proponga al cliente investigar aquellos aspectos que tal vez no está viendo o elige ignorar.
Cuestionar creencias y suposiciones: Ayude al cliente a desentrañar lo que subyace a sus pensamientos y decisiones.
Trabajar con los aspectos incómodos no solo es parte de un coaching efectivo, sino que es esencial para el desarrollo del cliente. La función del coach es compartir observaciones de manera objetiva y respetuosa, sin juzgar, y permitir que el cliente decida cómo usar los conocimientos obtenidos.
¿Por qué los coaches pueden evitar conversaciones incómodas?
Existen varias razones comunes por las que los coaches pueden evitar profundizar en temas complejos:
Miedo a causar incomodidad: los coaches pueden temer que los temas incómodos afecten emocionalmente al cliente.
Temor a una reacción negativa: si el cliente tiene una personalidad fuerte, los coaches pueden preocuparse por una reacción desfavorable.
Incomodidad emocional personal: algunos coaches no se sienten seguros al abordar temas emocionales.Relaciones de confianza insuficientes: si la relación de coaching aún no es lo suficientemente sólida, el cliente puede temer abrirse o mostrarse vulnerable.A pesar de estos obstáculos, abordar conversaciones difíciles es una parte importante del crecimiento profesional tanto para el coach como para sus clientes.
¿Cómo ganar confianza en el trabajo con lo incómodo?
Entienda sus reacciones ante la incomodidad: analice qué le causa incomodidad en estas situaciones —puede ser la personalidad del cliente, el tema o su propia reacción a las emociones.
Practique la comodidad en la incomodidad: desarrolle la habilidad de mantenerse concentrado y calmado incluso en conversaciones difíciles. El método más efectivo es la supervisión individual o grupal para coaches, un proceso que ayuda al coach a desarrollar su mente clara. La ICF recomienda supervisiones no menos de una vez por trimestre.
Intención de apoyar al cliente: recuerde que su prioridad es apoyar el crecimiento del cliente. Si el cliente percibe su dedicación a su desarrollo, se sentirá más dispuesto a abrirse.
Desarrolle la capacidad de desafiar: el formato de la sesión en comodidad puede obstaculizar su propio desarrollo en la habilidad de hacer preguntas poderosas que provoquen decisiones profundas. Practique desafíos como una parte importante del proceso de coaching.
Aclaraciones importantes: cuándo lo incómodo puede requerir ayuda adicional
A veces, los clientes evitan temas que pueden estar relacionados con traumas profundos. En tales casos, el coach debería recomendar apoyo psicológico profesional adicional. También es importante recordar siempre que el cliente tiene el derecho de elegir hasta qué punto desea profundizar en ciertos temas. La tarea del coach es respetar sus decisiones y dar espacio para la elección.
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