Mecanismos de defensa o protección psicológica — es una reacción psicológica inconsciente que ayuda a minimizar el impacto de las experiencias negativas en una persona. La protección psicológica es inherente a todas las personas en mayor o menor medida. La diferencia radica en que algunas personas pueden notar y trabajar su protección psicológica, convirtiéndola en una aliada para su desarrollo.
Durante una sesión de coaching, es muy importante que el coach comprenda los mecanismos de defensa que guían a su cliente. El conocimiento de estos mecanismos y sus causas subyacentes ayudará al coach a entender mejor a su cliente y, como resultado, trabajar de manera más efectiva con él.
Y lo más importante, el coach trabaja con su propia personalidad, lo que significa que primero debe comprenderse a sí mismo y sus reacciones, aprender a sentir la profundidad de sus emociones o acciones, y crear condiciones favorables para los cambios en su propia vida.
Una de las razones por las que las personas eligen aprender competencias de coaching es el desarrollo personal. Como ya habrás adivinado, hoy queremos abordar el tema de la protección psicológica en las personas. Te invitamos a analizar cuáles de estos mecanismos son comunes en ti.
Mecanismos de defensa
En la psicología moderna, ya se pueden contar hasta 50 tipos de protección psicológica. Para no abrumar a nuestros lectores, hablaremos solo de algunos de los más comunes y estudiados.
Sublimación
Este término fue introducido por primera vez en el campo del psicoanálisis por S. Freud. Él creía que una persona redirige la energía inconsciente hacia una actividad socialmente aceptable. La elección de una actividad para la sublimación puede reflejar la madurez de la personalidad y su carácter.
La sublimación puede ser de dos tipos: primaria y secundaria.La sublimación primaria implica cambiar de actividad manteniendo el objetivo original. Por ejemplo, una persona busca la aprobación social y logros. No pudo tener éxito en el deporte debido a una lesión, por lo que se dedicó a la caridad.
La sublimación secundaria se caracteriza por un cambio en el objetivo. Inicialmente, la persona se dirige hacia un objetivo, pero en el proceso de cambiar de actividad, aparece un nuevo objetivo. Por ejemplo, un atleta que ya no puede participar en competiciones debido a una lesión o la edad cambia su objetivo original — tener éxito en el deporte — por otro. Comienza a entrenar a otros y a transmitir sus conocimientos a atletas más jóvenes, satisfaciendo su deseo de estar involucrado en el deporte, pero con un nuevo objetivo: ayudar a otros a alcanzar el éxito.
Ambos tipos de sublimación a menudo se manifiestan en etapas. Si una persona no logra adaptarse a través de la sublimación primaria, pasará a la secundaria. Es importante señalar que hablamos de sublimación cuando el cliente no es consciente de lo que está ocurriendo. No comprende que detrás de sus motivaciones se esconde algo más.
Negación
Este mecanismo de defensa es probablemente familiar para todos. En algún momento de la vida, todos hemos tenido en la mente la frase "No, esto no puede ser". Es una forma en que nuestra psique se protege de las experiencias negativas: simplemente no las percibe.
No se puede negar que la negación puede tener un impacto positivo en una persona a corto plazo. Recuerda cuántas veces en las películas aparece el giro argumental donde el personaje se entera de que está gravemente enfermo, lo niega y decide disfrutar de la vida en todas sus formas.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, si no se nota y se trabaja la negación, tendrá un impacto negativo en la psique. Por ejemplo, si los colegas señalan repetidamente que una persona comete el mismo error, y esta no acepta la crítica, niega el error y empeora la situación. No aprende de su experiencia y queda estancada.
Represión
Este mecanismo de defensa se menciona con frecuencia y a menudo se confunde con la negación. Sin embargo, la represión es un mecanismo mucho más engañoso. Su principal peligro es que, si no se identifica qué se está reprimiendo y cuál fue la causa inicial, la persona puede experimentar cambios graves, consecuencias e incluso conductas patológicas.
¿Cuál es la principal diferencia entre la negación y la represión? En el caso de la negación, la experiencia negativa ni siquiera llega a la conciencia. La psique construye una barrera (negación) que la experiencia negativa no puede superar. La represión funciona de manera diferente. La experiencia negativa o el trauma llegan a la conciencia.
Desplazamiento
El desplazamiento o sustitución es un mecanismo de defensa que se encuentra a menudo en la vida cotidiana. Un ejemplo simple es cuando los adultos "se desquitan" con los niños, los niños con sus hermanos menores, y estos, a su vez, rompen juguetes.
El desplazamiento se manifiesta principalmente en el cambio de atención de un tema a otro. Nos alejamos de una situación desagradable que provoca ansiedad o experiencias negativas, hacia otra. Por lo general, el nuevo tema no está relacionado con el primero, pero también puede tener una connotación negativa.
Racionalización
Freud introdujo la mayoría de los términos en la investigación de los mecanismos de defensa, pero el concepto de racionalización fue desarrollado por E. Jones en 1908. La racionalización como mecanismo de defensa funciona de la siguiente manera: una persona trata de justificar racionalmente deseos, aspiraciones o acciones que en realidad son causadas por una razón que podría socavar su confianza en sí misma.
Por ejemplo, si una persona nos desagrada, nos enfocamos en sus peores cualidades y esperamos un comportamiento inaceptable para nosotros.
Proyección
Recuerda la escuela. ¿Con qué frecuencia se enfermó antes de una prueba o examen importante? Se trata de un mecanismo protector de somatización, que se expresa como una salida a una situación de ansiedad centrando la conciencia en la salud. En algunos estudios psicoanalíticos se puede encontrar la interpretación de los síntomas crónicos. Por ejemplo, si un paciente tiene dolor de garganta con frecuencia, probablemente rara vez se permite expresar su propio punto de vista.
La capacidad de notar y monitorear los propios mecanismos de defensa desarrolla la personalidad del entrenador y posteriormente le ayuda a crear un ambiente aún más cómodo y de apoyo para el cliente durante las sesiones de coaching.
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