Escuchar suele pasarse por alto entre otras competencias, ya que es mucho más fácil expresar nuestras propias ideas y pensamientos que esperar pacientemente y concentrarse en las palabras de otra persona. Sin embargo, es importante recordar que el coaching no es solo hacer preguntas; el verdadero coaching comienza con la capacidad de escuchar.
¿Por qué es tan poderoso el escuchar activamente?
La mayoría de las personas son capaces de encontrar soluciones a sus propios problemas si se les permite expresarse libremente. Un coach que escucha activamente ayuda al cliente a organizar sus pensamientos, en lugar de desviarse con “ruidos” externos. La atención enfocada del oyente literalmente mantiene los pensamientos del cliente en una sola dirección, ayudándole a centrarse en cuestiones importantes.
Errores típicos que dificultan una buena escucha
Incluso los detalles más pequeños, como asentir demasiado o repetir palabras como “ok” o “genial”, pueden reducir la eficacia de la comunicación. Aunque estas respuestas pueden motivar al hablante, su uso excesivo crea la impresión de una reacción automática en lugar de sincera, lo cual, a nivel subconsciente, socava la confianza y distrae. Es más adecuado reflejar lo que se ha dicho o simplemente mantener una pausa limpia, permitiendo a la persona concentrarse más en sí misma.
Los cinco niveles de escucha
Interrupción
Cuando el oyente interrumpe la conversación, demuestra que está interesado no en las palabras del hablante, sino en sus propios pensamientos. Este es el nivel más superficial de escucha, donde cada afirmación del hablante se “solapa” con otro tema.
Apropiación del tema
En este nivel, el oyente desvía el enfoque hacia sí mismo, comparando lo que escucha con sus propias experiencias. En lugar de permitir que el interlocutor se exprese y analice su propio contexto, situación y opciones, el oyente dirige la conversación hacia sus propias situaciones.
Asesoramiento
Dar consejos es una de las trampas comunes. Claro, se pueden dar consejos de manera profesional y ecológica, pero el coaching no consiste en proponer soluciones de inmediato. Solo después de escuchar a la persona y entender todos los aspectos de su situación, el coach puede ayudar a encontrar soluciones verdaderamente relevantes que ya están dentro del propio cliente.
Escucha atenta
Este es el nivel donde el oyente está verdaderamente interesado en las palabras del hablante, profundamente y sin juzgar. Mantiene contacto visual, da al hablante tiempo para pensar y está listo para escuchar más, proporcionando espacio.
Escucha activa
En el nivel más alto de escucha, el coach no solo escucha, sino que “oye” incluso lo que no se ha dicho explícitamente. Usa su intuición, pregunta, y motiva al hablante a una autoconciencia y autorreflexión más profunda. Esta escucha ayuda al cliente no solo a encontrar respuestas por sí mismo, sino también a escucharse y comprenderse, fomentando su desarrollo y autoaprendizaje.
Conclusión: una de las 8 competencias de coaching (escucha activa) puede llevar tu colaboración con el cliente a un nuevo nivel.
Cada uno de los niveles tiene su lugar en nuestras vidas. En la interacción de coaching, la competencia de escucha activa permite que la persona no solo llegue a sus propias conclusiones, sino que también tenga la motivación interna para actuar en consonancia con sus decisiones.
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